Las Desventuras De La Doctora Demencia

- Ando priocupao, Procopio...
- ¿Que pasó, Humberto?
- Tuve unos escozores, ¿vió? y jui la dotora...
- ¿Y te atendió? ¿Que te diagnosticó?
- Me empreguntó que carajo me pasaba...
- ¿Y? ¿Le dijiste?
- Medio avergonzao se lo dije... ¡Que me picaban las bola!
- Jajaja pero que bestia, Humberto ¿Y ella que respondió?
- Que no se decían bola bruto, que sientificamente se decían huevo...
- Ahi mirá vos que ilustrada la doctora...
- ¿Lustrada? ¡ Lustrada la que se vino despué, Procopio ! ¿Le cuento?
- ¡Contame Humberto!
- En seco me grita ¡Bajate los tolompa, amore que te viá saminá!
- ¿Bajate los tolompa? ¿Asi nomás?
- Ansi mesmo ¡Le pregunté si había biombo al meno! Como en la pelicula, ¿vio?
- Jajajaja Humberto ¡¡biombo!! jajaja y.... ¿Había "biombo"?
- ¡Que no! ¡Que no había jodido biombo y que me desbolara ya mesmo!
- ¿Así te lo dijo? ¿Sin anestesia?
- ¡Asi mesmo, compadre! ¡Literariamente!¡La anestesia vino despué!
- ¡Literalmente, Humberto!
- Eso, compadre... ¡Coño! ¿Usté también fue a la mesma dotora?
- ¡Que nooooo!... Pero dale. Te desnudaste ¿Y?
- Y Na. Ahi se quedó como ignotizada mirándome el pirulín ¡Y me insultó!
- ¿Te insultó? ¿La doctora?
- ¡Asni mesmo, compadre! ¡Como lo oye!
- ¿Que te dijo?
- A lo grito pelao ¡Pero que pedazo de nabo! ¡Mi dió! ¡Nunca vi un nabo igual!... decía.
- ¡¡Qué haceeeee termooooo!! jajajaja
- Despué de refriegarse los ojo cuatro vece me dijo que necesitaba una cremita anti-hongo...
- ¿Y que te recetó? ¿Canestén? ¿Ya fuiste a buscarla a la farmacia?
- ¿Recetar? Naaaaa, ahi mismo me puso medio kilo de Nivea, meta fregar y hacer ooooommmm ¡ y los ojito se le iban patrá !
- ¿De Nivea? ¿ommmmmmm?
- Si... me plicó que era brava la cosa, y que había que atuar de emergencia...
- Jajajaja ¡las cosas que te pasan, Humberto!
- ¡Y a mi que me dio lástima, Procopio!
- ¿Lástima?
- ¡Y si! Pensé ¡Pobre dotora, no debe tené mucho paciente!
- ¿Por qué?
- Porque no paraba de repetí ¡Grasia Dió! ¡Grasia por mandarme este nabo!
- Jajajajaja ¡No te puedo creer!
- ¡Asi como le cuento, compadre! Hasta que en eso entra otra señora...
- ¿Otra señora durante la consulta? ¿La secretaria?
- ¡Que va, Procopio! ¡Ma´que secretaria! ¡La doctora dendevera! ¡la de verdá!
- ¿Y la otra? ¿La de la cremita? ¿quien era, entonces, Humberto?
- ¡Y yo que se compadre! En cuanto vio a la dotora, agarró un balde, el lampazo y salió pitando.